viernes, 12 de octubre de 2012

The Doors




Poderosos, eternos, místicos, yonkis, enérgicos. Son cientos los adjetivos que podrían utilizarse para definir a una banda como The Doors, que en tan sólo 5 años (1966-1971) cambió la cara del blues y del rock para siempre. Como ya dije en la anterior entrada, no me atrae mucho la idea de contar la historia de cada grupo, no porque no me interese; sino porque al fin y al cabo siempre nos quedará la Wikipedia.

Sí que son reseñables ciertas curiosidades, como el origen del nombre de esta gran banda. Está inspirado en un verso de William Blake, místico poeta inglés que vivió entre los siglos XVIII Y XIX, y que ha vuelto a la actualidad por sus profundas obras. Este verso dice así: "Si todas las puertas de la percepción fueran depuradas, todo aparecería ante el hombre como es: infinito."

No es fácil hablar de un sonido tan complejo como el de The Doors, ni de un líder tan líder como Jim Morrison. El hombre de las polémicas, del peyote, los desmayos y las fotos sin camiseta y con pose afeminada; compartió después cuerpo con el hombre místico, espiritual y profundo. Un hombre que hizo compatible la mística y un aura casi mágica con ser declarado culpable en Miami por obscenidades, y condenado a 8 meses de custodia por ello. Fue, en cierta medida, el primer showman del Rock&;Roll, dejando los bailoteos de Jagger como algo casi anecdótico en comparación. Su muerte "accidental" en 1971 colmó la ya mitificada figura de Morrison, alzándole al Olimpo eterno de la música.

Respecto a su música, música hecha para Jim y sus poemas al 100%, hay poco que decir, precisamente por lo mucho que podría decirse. Al estar basada en la figura y letras de su líder, la música pasa a ser una extensión de su cuerpo, de su mente, de su figura. Órganos delirantes, guitarras extasiadas, ritmos frenéticos; que venían como anillo al dedo a una voz como la de Morrison, llena de recursos y matices. Monólogos existenciales, capaces de durar segundos y dejar sin embargo años de poso. Una música, simplemente orgásmica.

Sé que son muy conocidos, y que probablemente muchos pasen de largo por esta entrada, pensando que ya conocen suficiente a The Doors. Pero la verdad, creo que es imposible que nadie llegue a abarcar y entender la complejidad de uno de los mejores grupos de los años 60, y de uno de los mejores escritores del siglo XX.

En fin, aquí os dejo con cuatro canciones suyas, recomendando especialmente el vídeo de L.A. Woman, un gran repaso a toda su trayectoria, que prácticamente es como ver esta entrada en imágenes. El último, The Ghost Song, es póstuma, utilizando un poema suyo, al que pusieron música. Dan escalofríos.








Muchísimas gracias por vuestra atención y por empezar a seguirnos en Twitter; ¡un saludo!

Javier Martín Apoita

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